viernes, 30 de mayo de 2014

Anonymous


Soy un arquitecto de las palabras, persiguiendo el sueño de construir esa obra que conmueva tu alma.





Soy quien cada vez que impregna su estilográfica en la tinta sueña con agitar conciencias, con desatar pasiones...

Soy quien rinde sus habilidades al servicio de la fantasía, del terror, del romance, de la épica, de la intriga y del suspense, del drama y de la comedia...

Soy quien en sueños viaja por el limbo de tus fantasías, aquel que seduce tus emociones sumergiéndote en las historias mas embriagadoras...

Soy quien explora sin descanso la belleza para nutrir su inspiración...

Pero por mas esfuerzos que aúne, por mas  que la pluma que mancha mis dedos sea acariciada por las musas mas sublimes... ¿que es una obra relegada a los oscuros rincones del anonimato?

No es nada. 

¿De que sirve la belleza si no ha de ser contemplada?

De igual forma que un amor no correspondido marchita el alma, las imágenes, los sonidos, las palabras... si no cobran sentido, no son mas que las ruinas de una creatividad ignorada. 

Las palabras que escribo solo cobrarán sentido cuando encuentren el camino que lleva directo hasta tus emociones. 

Percibimos la realidad en una heterogénea escala de matices que la hacen única a los ojos de cada uno. Al expresar nuestra percepción, elevamos al mundo una declaración solemne acerca de quienes somos, y de qué es aquello que nos hace únicos y especiales.

Esa es la razón de por que soy especial para ti a la vez que no lo soy para otros.

De la interpretación que nuestras emociones hacen de cuanto perciben nuestros sentidos, se refina el etéreo combustible que mueve el motor de nuestros sentimientos. 

Por eso se que es posible. Que tarde o temprano, construiré esa obra que conmoverá tu alma. 

Por que se que lo imposible es solo una quimera, fronteras imaginarias que trazamos en el mapa de nuestra determinación. Elevamos muros de cartón con apariencia de piedra que debilitan nuestra voluntad hasta convencernos de lo inalcanzable.

Pero lo inalcanzable no es mas que aquello que nos obstinamos en alejar empujandolo con nuestros propios prejuicios.

Mata los prejuicios que te mantienen encadenado. Y entonces descubrirás que todo es posible.


Si no tienes voz... GRITA!

Si no tienes piernas... CORRE!

Si no tienes esperanza... 

... INVENTA.







Espectros en un Mundo de Cemento


No es necesario mas que un simple y minúsculo instante a partir del cual, de repente e inesperadamente, tu vida cambia para siempre.


Barcelona, 8 de octubre de 2.012.


Con pesaroso caminar avanzaba sobre el asfalto húmedo frente a los susurrantes motores que al ralentí aguardaban la señal de la luz verde esférica. Estos rugieron a su espalda mientras él, ajeno a cuanto transcurría a su alrededor, ensimismado en su propio universo, proseguía dejándose llevar como un autómata dirigido desde un plano superior a través de los ordinarios senderos de su rutina. 

En días como aquel, veía su mundo pintado con los mismos tonos monocromáticos con los que el cielo se mostraba con las primeras luces del alba. 

En días como aquel, le suponía un esfuerzo ciclópeo luchar para doblegar las derrotistas sensaciones que le empañaban su visión del sentido de la vida. 

En días como aquel, solía creer que su cuerpo avanzaba como un caminante vacío de espíritu hacia su lugar dentro del perfecto engranaje que movía el mundo. 

En días como aquel, se sentía como el minúsculo fragmento de un puzzle de infinitas piezas en el que sobrevivía a costa de ahogar su libertad, siendo parte de un plan concebido al margen de su voluntad.  

En días como aquel, sentía que no era más que un Espectro en un Mundo de Cemento




Como cada día al final de su habitual trayecto, se dejaba engullir por el mismo monstruo de hormigón, hierro y cristal que le elevaría hasta sus entrañas, donde permanecería atrapado durante las siguientes horas, sentado frente a una pantalla conectada a aquel maldito universo virtual que como cada jornada, le monopolizaría los sentidos inundándole de datos, cifras, gráficas y estadísticas.

Como cada día, miles de seguidores desde el otro lado de las pantallas, aguardaban atentos a leer sus crónicas sobre los mercados de capitales, intentando adivinar cuál sería su caprichoso comportamiento y así disponer las piezas sobre el tablero, tratando de satisfacer sus ansias de avaricia.

Pero desde hacía un tiempo, empezaba a germinar en su interior la semilla de la certeza de que los acontecimientos que regulaban el viaje de la riqueza, no eran casuales. La puesta en práctica a través de los años de todo el conocimiento que había ido adquiriendo, le había llevado hasta la conclusión de que aquellos mercados estaban cada vez más manipulados

Cómo le hastiaba creerse un tonto a merced de los grandes embaucadores que, ostentando el poder conferido por sus privilegiados conocimientos, orquestaban según sus arbitrarios criterios las melodías al son de las que el mundo debía bailar.




En días como aquel, vertía gran parte de sus esperanzas sobre aquel primer café, esperando que la cafeína acelerara su torrente sanguíneo devolviéndole una parte de aquella vitalidad de la que antaño gozaba. 

Quizá antes, cuando no era más que un crío ambicioso recién salido de la facultad dispuesto a devorar el mundo, era más feliz. 

Sin duda, en aquella época gozaba de la felicidad absoluta, de creer que lo sabía todo sin saber que estaba viviendo en la más completa ignorancia. 

La rutina le abocaba a una apatía impropia de la personalidad despierta y curiosa que había exhibido en sus años académicos. Y aunque se alejaba de las creencias sobre teorías conspiraniocas, no dejaba de ver a menudo cierta intención manipuladora en los medios de comunicación. 

No defendía, pero tampoco negaba, la posibilidad de que desde alguna estancia superior, nos estuvieran susurrando al oído para adormecer el dolor de la consciencia de vivir en un estadio de esclavitud e ignorancia. 




Pero, ¿y si un día, un anónimo desconocido estimulara tu atención abriendo una pequeña ventana en tu pantalla, a través de la cual te hiciera llegar un misterioso mensaje?

¿Y si ese misterioso mensaje te llevara hasta una carta en la que se hallara escrita una sobrecogedora profecía? 

¿Y si esa profecía se cumpliera al día siguiente, provocando que los cimientos en los que se asienta toda la verdad que conoces se desmoronaran, abriendo ante ti una perturbadora revelación?

Y a partir de entonces, concluyes que:

       Puede que tan solo seamos los restos del código genético de una especie en extinción.

      Puede que estemos contando los primeros días del fin de nuestro tiempo.

      Puede que tan solo seamos el último eco de una civilización que se marchita.


En ocasiones, no basta más que un pequeño gesto, un insignificante acto, un efímero instante, para que tu vida dé un inesperado y sorprendente giro.

viernes, 23 de mayo de 2014

Montsegur, 1 de marzo de 1.244








Aquel fue el primer día del último mes de la era de los cátaros, aferrados hasta su último aliento a mantener la resistencia dentro de los muros de su castillo, que estaba siendo ferozmente asediado por los ejércitos de los cruzados.

Aquí empieza nuestro viaje, con uno de los episodios más crueles y sanguinarios de la reciente historia de la humanidad. Si el medievo en un inicio fue catalogado como una época de oscuridad, sin duda recibió una etiqueta que chocaba frontalmente con la costumbre de la Inquisición en aquellos tiempos, que no escatimaba en "iluminar" a sus fieles con su férrea determinación, encendiendo grandes hogueras para purificar con el fuego los pecados que se obcecaban en ver en los demás.

Sin embargo, ¿qué es a menudo la fe sino una burda excusa para perseguir un interés diferente, más oscuro y diabólico? Aquellos inconformistas que no se resignen a aceptar una verdad aparente que se muestre a plena luz, aquellos que vean, o al menos contemplen, la posibilidad de una conspiración orquestada por los pocos que conforman la élite del poder, no se quedarán complacientemente asentados en la convicción de que la inescrutable locura de la mente humana sea la explicación de todas aquellos actos depravados que tanto mal infligen tan gratuitamente. 





El día uno de marzo de 1.244 es la fecha en el que se asienta el punto de partida de la narración que llenará las páginas de esta novela. Aunque en realidad, la historia comienza mucho antes, siglos, milenios antes. Y no en unas montañas del sur de Francia. Comienza en un remoto lugar perdido en el cosmos. Tal vez en la constelación Libra o en alguna otra galaxia tan distante que aún no ha sido descubierta. Pero allí, en aquel monte sembrado de muerte y desesperación, durante aquellos últimos días del invierno, comenzaría a fraguarse dentro de los muros de la desvencijada fortaleza de Montsegur, una estratagema para tratar de evadir el fatal destino al que los desfallecidos supervivientes del asedio estaban abocados. Una misión suicida que pondría a prueba la capacidad humana, en un intento desesperado para lograr mantener a salvo la última esperanza de supervivencia de la humanidad. 

La Historia nos ofrece la triste revelación del fatal destino que dos semanas después, corrieron doscientos cátaros, cruelmente abrasados en unas improvisadas pilas funerarias junto a los muros del castillo, a las que fueron arrojados sin distinción alguna entre hombres, mujeres, ancianos o niños. Las hogueras del Montsegur se elevaron tan alto que hubo quien afirmó que se alzaron mas allá de sus propios torreones, y que sus columnas de humo se vieron desde todos los rincones del territorio. 

¿pero cual era el objetivo que los cruzados perseguían tan sanguinariamente? ¿tan elevada era la arrogancia herética de los cátaros que había que erradicarlos de aquella forma tan salvaje? Como ya advertía antes, la mayoría de actos que se narran en esta novela llevan consigo una oscura verdad subyacente. Una aterradora verdad, escrita en las piedras mucho antes de que el hombre descubriera la escritura.



Arquímedes dijo: "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo". De haber estado allí en aquel histórico momento, le habría contestado: "Dame un lápiz y papel, y yo te crearé un mundo".

Así es. Los escritores vocacionales creamos nuevos y singulares destinos para los viajes de la imaginación. Diseñamos  universos enteros, inventamos nuevas realidades, jugamos con el tiempo a nuestro antojo, construimos grandes ciudades, inventamos nuevas tecnologías... y entre una infinidad de cosas mas, hacemos gala de una superlativa arrogancia creando nuevas vidas.

Engendramos personajes con cuerpo y alma y les otorgamos dones, virtudes y defectos para que nos enamoren, nos conmuevan, nos provoquen odio, risa, llanto, intriga, pasión...

En cada libro que escribimos hay un pequeño universo de emociones. Es nuestra criatura. Y como tal la amamos y la odiamos al mismo tiempo.

Este es el blog de mi primera criatura. Mi primogénito. Y aunque todavía se está desarrollando, ya es más que un embrión. Es un ser completamente formado que en breve estará listo para emerger a la luz y colarse en las mentes de todos aquellos curiosos que gentilmente, me concedan el gran honor de regalarme un pedacito de su tiempo y su atención, y dejen que su imaginación emprenda un viaje a través de distintas épocas en busca de los grandes secretos del espacio infinito.

Queda inaugurado pues, este gran viaje, para el que espero encontrar una infinito número de acompañantes dispuestos a compartir la emoción de zambullirse en una nueva fantasía.

Bienvenidos.