miércoles, 31 de diciembre de 2014

The Story ain't over.

Un nuevo crepúsculo de otro año que termina. Un nuevo Calendario que se Extingue.

El innegociable avance del tiempo, que ejecuta imparable su procesión perpetua a su ritmo constante, tenazmente, sin esperar a nada ni a nadie, tomándose la libertad de abrir y cerrar etapas en nuestros caminos, haciendo caso omiso a nuestros deseos de detenerse o acelerarse. 






La vida es una ínfima porción de la eternidad cósmica de la que misteriosamente formamos parte, un exiguo fragmento de tiempo que se nos ha dado de forma exclusiva para utilizarlo según nuestro criterio. 

El tiempo es esa imperturbable corriente de agua en constante movimiento que agita nuestra consciencia, que nos empapa de recuerdos y que se escapa de nuestras manos cuando intentamos apresarlo. Es un regalo envenenado que vamos malgastando durante toda una vida intentando aprender cómo usarlo racionalmente. 

El tiempo es esa riqueza infinita en el cosmos pero tan escasa para nosotros, y de cuyo valor no somos conscientes hasta que no hemos gastado una buena parte de él. 

Por eso hoy, última noche del año, toca hacer un solemne homenaje al tiempo. Alzar las copas y brindar por el que se marchó para no volver jamás, por el que vendrá con la promesa de ser mejor que el que se fue, y sobre todo, por el presente. Por que él es quien de verdad cuenta. 

Esta noche brindo por que la nostalgia y la promesa no se inmiscuyan en la celebración del ahora. La Felicidad sólo se vive en el presente. 

El tiempo dura toda una vida, pero la vida, sólo dura un instante. 

Un nuevo crepúsculo de otro año que termina. Pero la historia, no se ha acabado. 

FELIZ 2.015

viernes, 19 de diciembre de 2014

Reflexiones en un día gris. Memorias de un Novelista Emergente (II)

Para aquellos que vivimos a orillas del Mediterráneo, el otoño que nos gobierna y que a punto está de ser relevado, es tradicionalmente una estación gris. Aunque gracias a las mediáticas teorías acerca del cambio climático y el efecto invernadero, tal vez el otoño se haya convertido en la nueva especie en vias de extinción. Quien sabe... 

Lo cierto es que en estos días lluviosos se hace más que evidente la conexión biológica de nuestra parte espiritual con los elementos de la climatología. No es de extrañar que reaccionemos de algún modo a las vicisitudes del aire que respiramos, mostrando una evidente mimetización de nuestro estado de ánimo con el entorno. Nuestros glóbulos rojos van permanentemente cargados de ese aire que orbita pegado a nuestro planeta, y al que probablemente estemos afectando con los deshechos de nuestro propio progreso. 

Resulta increíble que nos califiquemos como "vida inteligente", cuando en realidad somos una descontrolada y arrogante panda de ignorantes que al igual que muchos animales en su estado racional primigenio, defecamos en nuestra propia agua y en nuestro propio aire que tan necesarios nos son para vivir. ¿Es eso un signo de inteligencia? Evidentemente, no lo és. 

Y la definitiva muestra de que esta civilización está irremediablemente condenanada al más estrepitoso de los fracasos es que cuando alguien eleva una voz para denunciar estos hechos, enseguida queda ahogada por el desprecio y las descalificaciones de quienes perpetúan los más terribles atentados contra nuestro ecosistema en nombre del bienestar general. 

Sin embargo, la Tierra tiene paciencia. Tiene más de cinco mil millones de años. Nosotros, apenas unos cien mil. La Tierra ha bailado alrededor del sol más de cinco mil millones de veces antes de que nosotros llegáramos. Resulta irreverente pensar que vamos a destruir el planeta. Las especies han eclosionado y han sucumbido desde los albores de la vida hasta la actualidad a través de interminables eras geológicas, sucediéndose entre constantes cambios climáticos y biológicos. Para la Tierra, no somos más que un ridículo parásito que a veces le provoca un pequeño picor y que del mismo modo que un dia misteriosamente llegó, desaparecerá irremediablemente. La cuestión es, ¿qué habrá despues?

Así pues, somos un enjambre de insectos atrapados en una cúpula de gas que viajan por el espacio a velocidad endiablada. Una casual sucesión de escudos magnéticos nos protege de las radiaciones y de las tormentas solares. Y sin embargo, a pesar de nuestra insignificante verdad y del delicado equilibrio que nos sostiene, vivimos con unos aires de grandeza y superioridad que nos creemos los amos de este universo inabarcable. 

Pero eso sí; somos "vida inteligente". 

Pues he aquí mi homenaje al deseo de que más allá de nuestra conciencia inconsciente, la vida haya conseguido en algún remoto rincón de este universo, llegar a perpetuarse con la suficiente inteligencia como para desentrañar todos y cada uno de los misterios de este cosmos infinito. Ojalá algún día, nuestras futuras generaciones tengan a su alcance la sabiduría necesaria para encontarlas y compartir esos conocimientos. 

Por desgracia, creo que si eso sucediera ahora, sería como para nosotros, descubrir una nueva especie de insectos. Sólo que en ese remoto caso, nosotros seríamos la especie estudiada. 

Ya lo dijo Arthur C. Clark: 

" Existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo, o que no lo estemos. 
Ambas son igual de terroríficas"





jueves, 11 de diciembre de 2014

La Soledad del Corredor de Fondo: Memorias de un Novelista Emergente (I)


El Calendario de la Extinción, mi primera novela, se puso a la venta en Amazon el pasado 20 de octubre de 2014. Supongo que fue ese el día inaugural, el día que se asentó la primera piedra del camino. El dia que empecé a correr en solitario mi particular maratón.

Remontémonos unos 13 meses antes. En los albores del otoño de 2013, la oficina del Registro de la Propiedad Intelectual recibia el manuscrito de la que pensé seria mi primera novela. Cumplido con éste trámite, no esperé para comenzar a compartir con el gremio literario profesional mi alegría por haber acabado esa primera novela. Totalmente consciente del complicado momento por el que el mundo estaba pasando (no muy distinto al actual), me esforcé a conciencia en preparar propuestas editoriales personalizadas para tratar de contagiar al menos, una porción de mi entusiasmo, con la humilde pretensión de generar algo de interés. 

Poco tiempo tardé en comprobar que el interés germina de manera contundente, rápida y eficaz cuando se le acompaña de estímulos que alientan la perspectiva de la obtención de un beneficio óptimo y plausible en el corto plazo. Esto se consigue adjuntando a la propuesta un elaborado currículum como escritor donde el apartado de ventas destaca por encima de la media. Si por el desafortunado hecho de ser un escritor novel no puedes aportar este currículum, entonces hay que acudir a alternativas tales como disponer del aval de un padrino que pueda abrir por ti esas puertas. En el caso de no disponer tampoco de esta opción, ya sólo cabe recurrir a la llave que consigue abrirse paso ante todo aquello que es material: el dinero. 

¿Y qué ocurre si tampoco tienes dinero? 

En mi caso, ninguna de esas tres opciones se daban. Así que si queria seguir adelante con mi intención de publicar, y no podia invertir en ello mi paupérrimo patrimonio, me veía en la obligación de tener que ser, además de escritor, corrector, maquetador, ilustrador, editor, agente literario, distribuidor y librero. 

Tener que hacer todo eso con una novela de setecientas páginas se me antojó poco menos que tener que escalar el Everest. Si ya me supera el hecho de recorrer los setecientos metros que separan mi casa de la estación del tren, con un ligero desnivel del diez por ciento y a una temperatura media invernal de entre cuatro y seis grados positivos, lo de conquistar el techo del mundo lo descarté aún más rápido que inmediatamente. Así que, para zambullirme en el enigmático mundo de la autoedición, decidí lanzarme con algo menos espinoso: una novela corta, de unas cien páginas como máximo, una trama simple pero intensa... y a ver cómo va. Y como quien no quiere la cosa, me plagio a mí mismo inventándome una historia extraída de otra historia previamente inventada por mi.

Tras cuatro semanas escribiendo y seis corrigiendo, nuevamente me dirijo al Registro de la Propiedad Intelectual. Compruebo con espanto que han aplicado una subida de casi el trescientos por ciento a las tasas de inscripción, así que apoquino, y tan pronto tengo mi justificante, me doy de alta en CreateSpace y en Kindle Direct Publishing. Y a los pocos días, la gente ya está comprando la novela. 

"La soledad del corredor de larga distancia" es más que una novela de Alan Sillitoe, que una película de Tony Richardson o que una canción de Iron Maiden. Es una profunda y vasta expresión que define a la perfección la sensación de aquel que afronta un reto sin más apoyo que el de su propio ímpetu, su propia determinación. Publicar uno mismo sus textos en una plataforma global es como iniciar una carrera de fondo en la que la meta ocupa un lugar indefinido en alguna parte. No hay presentaciones, no hay promoción, no hay librerías que exhiban ejemplares de tus criaturas ni agentes ni editores que publiciten y alaben tus gestas, ni tampoco hay periodistas que te llamen pidiéndote una entrevista... Tu libro y tú emprendeis una carrera en solitario para poner a prueba todo aquello que un día te lanzó a escribir con pretensiones. 

Diferencio apoyo de ánimo y de ayuda, pues por fortuna, no me ha faltado quien ha ido ofreciendo su aliento dedicándome cariñosos halagos y tendiéndome su mano invirtiendo en la adquisición de mi novela por el simple hecho de ser mía, que me pide una dedicatoria y que la comparte con sus amistades. Me considero priviliegiado por haber podido calmar la sed del éxito bebiendo unos sorbos de esta incalculablemente valiosa fuente de cariño por parte de aquellos a los que, para poder llegar a agradecerles todo el estímulo proporcionado, tendré que vivir mil y una vidas. 

Pero ahora soy un corredor de fondo en mitad de una maratón. Estoy en medio de un populoso pelotón de atletas, todos marchando a paso atemperado. Algunos van de la mano, otros se van propinando codazos. Algunos han sido puestos en la vanguardia por alguien que no confía en sus méritos pero sí en su nombre. Hay quienes corren por otros. Algunos pagan para avanzar, otros consiguen progresar espoleados por el reconocimiento a su talento. Los que te animan y te ayudan están en la orilla, aplaudiendo y jaleando tu nombre cuando te ven pasar a su altura. Pero ellos no pueden llevarte en volandas. A veces, alguien abduce a uno de los corredores y lo pone al frente. Muchos corredores se retiran. Otros muchos se incorporan. Yo sigo corriendo. No se en qué posición voy, ni cuantos tengo por delante, seguro que muchos más que por detrás...

Pero me da igual. 

Me pongo los auriculares de la indiferencia y me aíslo del tumulto, dejándome llevar por el influjo de la omnipresente inspiración de la música. Me coloco las gafas opacas de la displicencia para que la visión de la realidad no obstaculice los diseños de mi imaginación. Y continúo corriendo, pero sólo contra mis retos y mis propósitos. Mi próxima meta será la siguiente novela. Y después de ésta, otra más. Y así, hasta que un día deje de correr, bien por decisión propia o bien porque así ha de ser. 

En definitiva, cuando logramos aislar la maliciosa influencia de la vanidad, dejamos de mirar a los lados, fijamos la vista al frente, y entonces comenzamos a disfrutar del camino. Ya lo decía Machado: 

Caminante, son tus huellas
El camino y nada más.
Caminante, no hay camino,
Se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
Y al volver la vista atrás,
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
Sino estelas en la mar.





sábado, 22 de noviembre de 2014

Reseña en LEKTORES.



La reseña de Caroline Lektor en su prolífico blog literario. Un espacio muy recomendable para estar al día de las publicaciones no tan mediáticas.

Gracias, Caroline.

http://lektores.wordpress.com/2014/11/18/el-calendario-de-la-extincion-por-manuel-j-antonio/

Título: El Calendario de la Extinción. (La hermandad del Venetto No.1)
Autor: Manuel J. Antonio.
Editorial: Primera Edición.
Precio: $0.89 EUR en Amazon.
Calificación: ★★★★★

Sinopsis:

Desde las profundidades del cosmos, los ecos de una civilización alienígena llegan en forma de una sutil señal de radio, que es captada por el observatorio de Arecibo. Su descubrimiento desencadena una frenética y catastrófica sucesión de acontecimientos, en los que todos los implicados en el hallazgo son víctimas de una despiadada cacería.
Jim Cooper, un destacado y excéntrico científico dedicado en cuerpo y alma al desarrollo de un súper ordenador para el gobierno, se ve envuelto de forma accidental en la trama. Pronto comprobará que el mayor descubrimiento que la ciencia ha hecho en la historia es el núcleo de una oscura conspiración de la que deberá huir para salvar la vida.

Opinión:

El calendario de la extinción es un libro que te atrapará desde el principio y no pararás de leer hasta terminarlo, y cuando hayas concluido quedarás deseoso de más. Pero tranquilo amigo lector el autor Manuel J. Antonio promete que “El Calendario de la Extinción” sólo es el primero de una saga, -o al menos la precuela de la así autonombrada “Opera prima”: “La Hermandad del Venetto”-
Es un libro que posee una historia llena de suspenso, acción e intriga, el escritor nos entrega poco a poco piezas de un rompecabezas que debemos de armar, una historia que si bien es ciencia-ficción no esta muy lejos de la realidad.
“Existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo o que no lo estemos. Ambas son igual de terroríficas”.
Arthur C. Clarke.
Pese a los tecnicismos usados la narrativa es fluida y sencilla, simplemente amarás leerlo, no hay momento en el que te aburras, yo misma termine el libro en un día, comencé a leerlo por la tarde y no pude despegarme de él hasta concluirlo.
Comencé a leerlo creyendo que era un libro sin sagas o secuelas, fue al final que me enteré que es una especie de precuela; y es que al final el libro sólo te ofrece más intrigas y mas preguntas, un buen gancho que te hará desear el siguiente libro y saber como continua la historia. Pienso sinceramente que la historia tiene mucho para explotar y espero que no solo nos ofrezca otro libro sino ¡más! Me ha gustado también que el autor haya comenzado con la historia de personajes “secundarios” o “terciarios” y no con los principales en sí, pues estos personajes te abren el panorama para una mejor visión del tiempo-espacio en el que se desarrolla la historia.
Si eres amante de la ciencia-ficción no dudes en darle una oportunidad a “El calendario de la Extinción”. Y aún si no te llama mucho la atención la cienccia-ficción, de cualquier forma no puedes negarte a leer esta corta pero excelente historia.

martes, 28 de octubre de 2014

La Tentación de la Vanidad







Hay situaciones en las que dar un paso adelante supone renunciar a la posibilidad de dar marcha atrás. De desandar lo andado borrando tus huellas para dar la impresión de que en realidad nunca estuviste. 

No. Una vez has avanzado, ya no hay marcha atrás.


Esto último es lo que estaba pensando antes de enfrentarme a "Launch"


¿Quién es "Launch"? os preguntaréis...


"Launch" fue mi último enemigo conocido. Y tal vez el primero. "Launch" era esa inexpugnable muralla que se alzaba hasta el cosmos, desafiante y arrogante, a los pies de mi dubitativa determinación.  Cuando mi novela ya estaba corregida y maquetada, la portada rediseñada y preparada, la sinopsis lista y revisada, sólo faltaba apretar el maldito botón. El botón "Launch". Ese botón que la arrancaría de la intimidad de mi mente y de mi disco duro para compartirla de una maldita vez por todas con el mundo.


Ese botón, con su forma rectangular, sus ángulos redondeados, un fondo azul sobre el que las desafiantes letras blancas se hallaban impresas, me observaba con halo de provocación... "Atrévete..." me susurraba... "¿qué más vas a revisar? ¿a qué esperas? ¿a que alguien venga a asegurarte de que tu obra es genial? ¿que nadie te hará una mala crítica? ¿que no quedarás en ridículo? ¿Qué es lo que quieres? ¿para qué la has escrito?¿para rendirte aquí? ¿para morir ahogado en al orilla, a falta de una sola brazada?¿para caerte desvanecido frente a la linea de meta de la que sólo estás a un paso?


¡Despierta! Eres un escritor novel. No tienes experiencia alguna. Te has editado tú mismo. Te has corregido, maquetado, diseñado la portada... Vamos... has leído libros de otros como tú.  ¿Qué crees? ¿que lo vas a hacer a la perfección la primera vez? ¿que tus textos no van a estar plagados de erratas y fallos?¿que la trama que has ideado no va a ser incoherente, inconexa y aburrida? 


No tienes padrinos, mecenas, ni agente literario ni editorial que te respalde. Estás sólo. Tú ante el mundo. ¿En serio crees que vas a convencer a gente anónima para que gaste su dinero en comprar un libro de un total desconocido, sin reseñas, sin opiniones, sin referencia alguna...?


Ese maldito botón era el desafiante inductor de mis más profundas aprensiones. Es mi novela, mi criatura. La obra a la que he dedicado cerca de los últimos cuatro años de mi vida...  No, no puede quedar aquí. No puedo morir en la orilla, no me puedo desvanecer en la meta... hay que dar ese paso. Hay que afrontar el destino...


¿Estás seguro?¿serás capaz de afrontar el fracaso? ¿podrás levantar tu ánimo sin perecer ahogado en las lacrimosas aguas de un océano de frustración y desengaño? ¿serás capaz de poner a prueba tu sensiblera autoestima ante la inconcebible crueldad de las críticas destructivas y la indiferencia?


¡NO! Ya no quiero oirte más... Entonces, el puntero del ratón se sitúa sobre el botón "Launch" Un último suspiro. "click"...


Está hecho.  La novela está publicada... Ya no hay vuelta atrás. El mundo la va a ver...



... Y entonces, sucede esto...









La Quimera es la fantasía onírica que vive en los remotos acantilados de nuestro subconsciente, alimentándose de nuestras fobias, nuestras inseguridades, nuestra apatía, nuestros temores... Cuando dejas de alimentarla, no tiene más remedio que emerger a la luz, trascender la hipotética frontera entre la realidad y el sueño. Y justo en ese momento, es cuando descubres que los muros que se levantan en esa frontera son vulnerables... Tarde o temprano, esos muros ceden ante los envites del ejército de la Voluntad... 

Ayer, en esa Quimera de mi subconsciente, había un escritor novel. Hoy, ese escritor novel ha emergido ascendiendo hasta la luz de la realidad impulsándose con las alas de la voluntad, dejando en su anterior rincón de los sueños a otro escritor. A un escritor de éxito, un novelista de reconocido prestigio, con el rostro arrugado, el cabello níveo, la vista cansada y las manos agarrotadas, cargadas por el extenso bagaje de millones de palabras escritas... 

En ese sueño del futuro protagonizado por las palabras, hay una que no tiene cabida...

Rendición.








sábado, 25 de octubre de 2014

Guía para hacerte con El Calendario de la Extinción

¡Buenos días a tod@s!

Para todos aquellos que seáis tan neófitos en la descarga de libros electrónicos desde Amazon en versión Kindle como lo soy yo en la publicación de novelas, os dejo esta interesante y oportuna guía elaborada generosa y desinteresadamente por mi amigo Xavi Martz Alfaro, a quien desde aquí le hago llegar mi más sincero agradecimiento.


Se trata de un sencillo proceso que en tan sólo 7 pasos pondrá mi novela a vuestra disposición.

No perdáis la ocasión de conseguirla de forma gratuita durante este fin de semana. Gracias a todos.


1) Tienes que abrir cuenta en Amazon.




2) Rellenas tus datos






3) Te descargas una aplicación gratuita de lectura Kindle





4) Buscas el libro que nos interesa y seleccionas la versión Kindle.





5) Ahora haces click arriba a la derecha en naranja, opción "comprar ya en un click".





6) Ya casi acabamos, jeje...Ahora has de clikar marcado en azul también en la derecha "gestionar mi Kindle".





7) Último paso y definitivo, en la izquierda click en "acciones" y te sale una pantallita que te deja leerlo, descargarlo e incluso transferirlo a un USB. Puede que en menos pasos se haga, pero yo no lo he visto. Imagino que al ser gratuito Amazon no pone las cosas fáciles. Hay que registrarse, descargar el programa de lectura,....son unos pasos. En cualquier caso, quedo agradecido a Manuel J. Antonio. Bona nit!!




viernes, 24 de octubre de 2014

Rebelión: La Evolución de las Ideas


    La pasión primigenia que uno experimenta en la génesis de sus ideas se ve desde la distancia del tiempo como un pequeña y absurda célula padeciendo una mitosis parsimoniosa... Como escritor, me veo desde la distancia del tiempo como el pueril instrumento de una mente soñadora declarada en rebeldía contra todo en general y contra nada en concreto. Un púbero entrañable que empezó con ilusión desbordante a escribir tratando de elucubrar una trama de rumbo incierto y destino confuso.

    Sin embargo, casi tres años después y contra todo pronóstico, acabando por primera vez en su vida algo que empezó, ese imberbe proyecto de literato se vio atravesando las puertas de la oficina del registro de la propiedad intelectual con un grueso manuscrito entre sus manos y la mirada de aquel despistado turista accidental que por primera vez llega a un lugar inédito y extraño. Coincidir con artistas y escritores registrando textos de divulgación, ensayos y canciones fue como estar en medio de un nutrido grupo de pingüinos emperadores siendo un pequeño y ordinario pingüino barbijo. Pero ellos, que rellenaban los formularios con matemática precisión guiados por su experta costumbre, actuaban en aquella amplia mesa rectangular sin que mi presencia les llamara su atención ni un ápice, como si yo fuera uno más, uno de ellos... Entonces, me lo creí. 

    Ha pasado un año desde que salí de aquella oficina con el resguardo de mi registro, un folio con un sello oficial y el nombre de mi  novela en el centro... Aquello ya había dejado de ser un sueño. 

    Sin embargo las ideas y las historias que nacen de ellas no se perpetúan permaneciendo estáticas a pesar de estar plasmadas en papel. Las interminables horas de revisiones, correcciones, reestructuraciones y cambios, agitaron hasta tal punto los textos que tuve que visitar de nuevo la oficina del registro por la metamorfosis padecida por la obra. Creo que lo peor que puede hacer un escritor es dejar sus escritos latentes en ese archivo de Word que siempre está abierto. Cada vez que relees y repasas ves un fallo, una errata, una construcción gramatical mejorable, una equivocación conceptual, un nombre mal puesto, un color que no casa... y reescribes, corriges, revisas una y otra vez... y entonces te das cuenta de que, o haces algo, o jamás dejarás de darle vueltas y más vueltas. 

    Y un dia te plantas. Miras atrás, y ves que los últimos capítulos son tan diferentes de los primeros... has tardado tanto tiempo en acabar que sin darte cuenta, se ha ido acumulando una experiencia que te ha hecho madurar como autor. Y, ¿entonces? ¿qué haces? ¿vuelves a empezar? No. Entonces es cuando la rebelión se produce, y ese proyecto que tenías tan claro, tan bien estudiado, de repente cambia diametralmente. Sufre una mutación extrema, fruto de la natural evolución de la madurez. Esa rebelión te lleva a escribir y escribir... hasta que decides que ya no vas dejar el archivo de Word abierto. Entras en CreateSpace y... de pronto todo cambia.  

     Así es como hoy llega la culminación de la evolución. La rebelión de las tramas que se han ido dotando de vida propia se adueñan del destino que tú mismo les habías diseñado y optan por fluir hacia otras fronteras que jamás habías contemplado. 

    Y entonces, se produce el big bang... 




    
     La Hermandad del Venetto nació con la idea de ser una novela. Pero hoy, lo que ha llegado a la plataforma de edición no ha sido aquel arquetipo primigenio. Ha sido un preludio de lo que finalmente acabará siendo una saga, seguramente, de tres novelas. El Calendario de la Extinción es la primera, un breve prefacio para adentrarnos en un mundo de sombras a través de la enmarañada red de autopistas de la confusión. 

    Hoy, en este libro a caballo entre el relato y la novela, el Mal que ha alimentado el argumento de la trama elevándola a su actual complejidad hasta convertirla en una saga, se ha manifestado. En el siguiente episodio, que sobrevendrá en la frontera de la primavera de 2.015, el Mal se desprenderá de su máscara.     

    Hasta entonces, disfrutad de la génesis de la conspiración... El Calendario empieza a tachar sus días.


   
 

sábado, 4 de octubre de 2014

La Batalla contra las Sombras del Anonimato.


Mientras ultimo las últimas trazas de la revisión del interior y el rediseño de la portada, El Calendario de la Extinción está compartiendo su sinopsis con obras de calidad en la Operación Tagus, concurso literario convocado por la la línea editorial para la publicación de obras en formato electrónico de La Casa del Libro. El primer premio para la sinopsis más votada es la publicación de la obra. 

Autores noveles en su desafiante lucha para escapar de las sombras del anonimato, se reúnen en este peculiar torneo de popularidad, esperando votos interesados y desinteresados, amistosos y de sincero reconocimiento. Todo vale en esta despiadada batalla cuyo ganador obtendrá el derecho a ocupar el único asiento de la nave que despegará para llevarle a las remotas tierras de la ilusión secuestrada por las promesas de éxito. 

El capitalismo moderno es aquel sistema que permite que la ilusión ajena pueda ser motor de generación de un beneficio estructurado por prácticas que denotan un deficiente nivel ético. Pero todo sistema que se instrumenta desde la conciencia humana nace con la promesa de que puede ser modificado, mejorado o destruido. 

El sistema de normas que rigen los concursos basados en la popularidad aplica una justicia conformista, por la que el vencedor obtiene la victoria de manera indiscutible, pues aquí no hay jurado que falle. Las funciones de juez y jurado recaen sobre las matemáticas, en concreto sobre esa extraña ecuación que concluye que 1+1+1 son 111. Y de pronto, entonces el sistema se pone en marcha. El autor sube su sinopsis, la comparte con sus amigos y estos con los suyos. Se activa una cadena que abre caminos que se multiplican ramificándose para llegar hasta espacios insospechados. Los votos caen, la gente comparte, habla de ello, recomienda, se entregan al reto de ver cada dia cómo el número de votos va creciendo y la novela avanza posiciones hasta elevarse directa a la cima. 

Y mientras, ¿qué ocurre con la obra? ¿De qué va? ¿Ensayo? ¿Divulgación? ¿Novela histórica? ¿Romántica? ¿Sigue la actual moda de la sumisión erótica? No lo sé. Es la novela de ...... ........ ....... y hay que votarle y apoyarle. ¿Te has leído las demás sinopsis? ¿Para qué? ¿Qué dices? Menudo coñazo. ¿Y si resulta que estás votando un manifiesto que defiende ciertas ideas políticas? ¿Y si es una novela con contenidos xenófobos, homófobos... ? ¿Suscribes con tu voto que estás de acuerdo con el contenido? .........

Los votos se van acumulando mientras la novela va contemplando absorta el desfile de mensajes, comentarios, diálogos, calificaciones... Y mientras se pregunta... ¿Va a leerme alguien?

En Operación Tagus hay que votar la mejor sinopsis. Así que en condiciones normales, sería un concurso de habilidad: La habilidad del autor de ser capaz de seducir al potencial lector llevándolo al extremo deseo de leer la novela, abducido por la magia de esos escasos dos párrafos que resumen la gran historia que se encuentra tras ellos, esperando... 

Mientras tanto, la popularidad se encarga de administrar una extraña justicia. Un democrático planteamiento por el que en la práctica, una obra mediocre atesora las misma probablidad de éxito que una obra maestra. ¿Qué prestigio cultural cabe otorgar a este evento? 

Y qué mas dá. Los autores queremos oportunidades, difusión, un placebo que sostenga nuestra ilusión. Nuestros amigos, un lugar donde puedan manifestarnos su amistad. Cada voto recibido es una pequeña victoria. La publicación, un premio que no es más que el inicio del camino. 


Estos son los enlaces que llevan al campo de batalla de la competición:

Desde el PC

https://www.facebook.com/AutoresTagus/app_200671863342157?app_data=31721

Y desde el móvil:

https://micro-campaign.com/ant2/apps-n-tabs/app.php/2133-operacion_tagus_2014/listado


Este es el aspecto de la sinopsis cuando estaba recién subida, únicamente votada por mí. Hoy, 4 de octubre a las 13:03 tiene ya 177 votos, los cuales le ha consolidado en el Top Ten de las novelas concursantes. Me nutre la ilusión el que muchos de los generosos votantes me han indicado que se han visto seducidos y animados a votar por el contenido de la sinopsis. A todos y a cada uno de vosotros, Gracias. 

Sea cual sea el final de este concurso de injusta justicia para todos excepto para el ganador, el proceso de publicación de El Calendario de la Extinción es ya imparable y pronto estará disponible en Amazon.

En breve, más noticias.

Sigan atentos a la emisión...

jueves, 18 de septiembre de 2014

Un Cuerpo de Tinta y Celulosa


Y por fin mi imaginación se transfirió desde mi hipotálamo hasta el universo material: la somatización de un ente espiritual materializado en un cuerpo de celulosa y tinta.

Que sensaciones más extrañas. Una inédita emoción al ver a la criatura que llevo tiempo imaginando convertida en un objeto tangible, un ser inorgánico, inerte, a pesar de lo cual tiene alma propia. 

Quien dentro de poco tenga a bien estirar su mano para hacerse con un ejemplar y zambullirse en su lectura no solo estará alimentando las llamas del fuego de mi felicidad, mi autoestima y mi pasión por las letras. Estará además adquiriendo un pasaje al cavernoso e inhóspito mundo de mi mente  con unas únicas y especiales gafas multidimensionales con las q apreciará el paisaje bajo un punto de vista muy particular. ¿Gustará? ¿Horrorizará?¿emocionará? O lo peor de todo, ¿causará indiferencia?


Aún estoy a tiempo de dejarme llevar por el pánico escénico y poner fin a esta locura... Tirar tres años de proyectos, estudios, documentación y trasnochadoras sesiones de escritura para evitar convertirme en el bufón de las redes...


 Pero llegados a este punto del camino, con todo lo andado, con toda esa experiencia q llevo a cuestas y la ilusión que ha ido forjándose a cada paso, sería depravado dar media vuelta...


Llegados a este punto, vale más continuar, y evitar que la frase "¿qué habría pasado si..." se quede retumbando en mi conciencia desde hoy hasta el fin de mis días.
Voy a leer un poco... 




jueves, 11 de septiembre de 2014

El Calendario de la Extinción

En esta reivindicativa jornada para el entorno que me envuelve, mientras la muchedumbre reclama a gritos el reconocimiento de su identidad y el derecho a ser libres para opinar, voy a participar sumando mi voz a su eco, y que este trascienda las fronteras de las mentes de aquellos que se han negado a escuchar. Que las posturas se acerquen y esos desencuentros dejen por fin de serlo. La voluntad es la clave para alcanzar metas satisfactorias para todos.

La voluntad que es doblegada se postula para ser devorada por las fauces del fracaso.

Por eso, en esta jornada reivindicativa, reclamo mi humilde lugar en el Valhalla de los escritores compartiendo la emoción de ver como ese momento ansiado y temido a la vez, queda cada vez más cerca.

Os dejo la portada de "El Calendario de la Extinción", la novela que precederá a "La Hermandad del Venetto". Muy pronto, estará disponible en Kindle y en versión papel. Pronto quedará habilitado un enlace para poder adquirirla.

El Calendario de la Extinción

Sinopsis:


Desde las profundidades del cosmos, los ecos de una civilización alienígena llegan en forma de una sutil señal de radio, que es captada por el observatorio de Arecibo. Su descubrimiento desencadena una frenética y catastrófica sucesión de acontecimientos, en los que todos los implicados en el hallazgo son víctimas de una despiadada cacería.


Jim Cooper, un destacado y excéntrico científico dedicado en cuerpo y alma al desarrollo de un súper ordenador para el gobierno, se ve envuelto de forma accidental en la trama.  Pronto comprobará que el mayor descubrimiento que la ciencia ha hecho en la historia es el núcleo de una oscura conspiración de la que deberá huir para salvar la vida.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Las Dos Historias.

Todo libro esconde dos historias: Aquella escrita dentro de sus páginas; y la propia del libro, aquella que comprende el periodo que transcurre entre su concepción y su definitivo alumbramiento.

La primera será, con mucho esfuerzo y algo de fortuna, felizmente descubierta y compartida. La otra, vivirá al oscuro cobijo de las sombras, forjando la experiencia y el carácter de su autor. Puede que después, en sus obras sucesivas, los estigmas de esa historia anónima interpreten fantasmales apariciones en tramas, argumentos, pequeños pasajes o rasgos de su madurado estilo.

Mientras tanto, mientras esta novela va emergiendo poco a poco desde las abismales fosas del anonimato, he ido aprovechando su lento y pausado viaje para idear modos de impulsarla y ayudarla en su proceloso recorrido.

He escogido de su código genético uno de sus cromosomas para darle forma y convertirlo en una nueva célula; una partícula elemental que he irrigado con un poco de imaginación, hasta convertirla en un nuevo ser literario. Un ente con luz y esencia propias, que se haya muy cerca de alcanzar la superficie.

Ya en una entrada anterior avancé el título: "El Calendario de la Extinción".

En la última, avancé su preludio, un microrrelato extraño con una imaginada conversación entre dos seres indeterminados.

Hoy, comparto una imagen que tal vez sea la cara con la que se descubra al mundo, y con la que el mundo la descubra.




El Universo es protagonista; una metafórica visión de un cosmos salpicado de estrellas, de astros y de historias. En esta, dos especies contemplándose, vigilándose. Nosotros, desde nuestra insignificante mota de polvo planetaria de la que aún no sabemos salir. Ellos, desde el infinito, desde otra dimensión, desde un universo paralelo... quien sabe.

Ellos nos ven. Nosotros les intuimos, les imaginamos. Nos confundimos a la hora de interpretarlos. Algunos creen, otros no, tal vez algunos conocen... quien sabe.

La Verdad es un ente vaporoso que se manifiesta de indeterminadas y policromáticas formas en la imaginación de cada individuo. La verdad que está ahí fuera tal vez algún día venga a nuestro encuentro, o tal vez decida permanecer allá donde esté, esperando que vayamos nosotros a buscarla... quien sabe.

Sea como sea, siempre hay dos historias: Esa supuesta Verdad que vive en algún plano remoto de este universo cuántico y complejo, y la que mora en nosotros mismos, la que nuestra mente, nuestra imaginación, nuestra experiencia o nuestra determinación, ha decidido creer.

Esta novela, esta saga, esta historia enrevesada, es un homenaje sincero a todas aquellas mentes que han decidido abrirse a admitir verdades inverosímiles. Una recompensa a todos aquellos pensamientos que han decidido combatir el conformismo de lo empírico, de lo místico, de lo espiritual...

Existe aún mucho por descubrir, todo un universo infinito que no comprendemos. Mientras las revelaciones vayan llegando, continuaremos viviendo nuestras Dos Historias:

Aquella que reside en nuestra conciencia, interactuando con nuestra realidad cercana.

Aquella que orbita a nuestro alrededor, lejos del alcance de nuestros sentidos, observándonos, esperando a que vayamos a descubrirla...

O tal vez se canse de esperar y venga a nuestro encuentro... ¿qué pasaría entonces?

“Existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo o que no lo estemos. Ambas son igual de terroríficas”.


Arthur C. Clarke.


... quien sabe.











miércoles, 13 de agosto de 2014

Los Moradores del Multiverso

Recientemente he leído que escribir incrementa la locura. De ser así, mi estado mental debería ser puesto en revisión, pues raro es el momento en el que no estoy escribiendo o en que no estoy pensando en hacerlo. Pero me temo que dicha expresión esconde una porción de verdad incómoda. 

También hace poco leí que ni la democracia ni la felicidad han escrito nunca grandes obras. Tal vez la cordura tampoco lo haya conseguido.

De las mentes más perturbadas, más excéntricas y mas alejadas del marco de la realidad, se firman los textos con mayor contenido emocional. Aquellos que más y mejor despiertan sensaciones y sentimientos latentes que nos mueven hacia los tortuosos caminos de la reflexión.

Hace años que mi mente es una olla a presión de ideas en constante ebullición. Se desdobla inventando varias historias a la vez. Mientras estoy envuelto en la maravillosa vorágine de completar mi nueva creación literaria, voy mirando atrás para complementar la anterior, cuyo nacimiento para el mundo ya está más cercano. 

Basada en ella, os dejo este onírico diálogo. Un mini relato que narra la abstracta conversación entre dos etéreas criaturas, en un intercambio dialéctico en el que se podría hallar el arcaico orígen del argumento de la historia que mi mente ha materializado en mis dos novelas primogénitas: El Calendario de la Extinción y La Hermandad del Venetto.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. La única, es que quizá sea esta la prueba de la relación entre literatura y demencia. 



LOS MORADORES DEL MULTIVERSO




He aquí mi exposición. Sobre la forma de vida orgánica, vertebrada, con estructura basada en el carbono, hallada en el tercer planeta orbitando la estrella espectral de tipo G2 calificada en el cuadrante X-26k:

La especie evolucionada es de hábitos terrestres y diurnos, sintetiza el oxígeno que recoge de la atmósfera y lo devuelve en forma de dióxido de carbono. Busca permanentemente nutrientes entre otras especies vegetales y animales y los devora para desarrollar la energía que mueve toda su compleja arquitectura: aparatos y sistemas interconectados, en perfecta sincronía y con ejemplar sinergia, unen sus tareas para activar los engranajes de su maquinaria perfecta, el mecanismo que mueve la vida. 

Parece una criatura perfecta... ¿creada por la naturaleza?

Puede que la virtualidad creativa del cosmos les diera una estructura celular y un código genético para que, a partir de ambos, se desarrollaran hasta lo que hoy son: el fruto de una metástasis evolutiva en conjunción con su marco ambiental y su era geológica. 

¿Pero qué principio ha sido el responsable del desarrollo de su psicología cognitiva?

Cuesta creer que la naturaleza elaborara un plan para concebir un depredador que se volviera en su contra. El ser humano ha tomado un camino inhóspito, tenebroso, destructivo consigo mismo y con su propio ecosistema. Déspota y tirano, inconscientemente autodestructivo. No se merecen el lugar que les ha brindado el natural albedrío de la explosión de la vida.

Todos sabeis que las circunstancias óptimas que deben darse para que la vida fluya son extraordinarias, fruto de una casualidad inimaginable. El ser humano jamás concebirá el milagro de su existencia. No valora la vida. No respeta su entorno. ¿Por qué se les ha de permitir que disfruten de un regalo que no entienden?

Porque a pesar de nuestra perfecta sintonía con el Cosmos, éste no nos pertenece. No somos quien para influir en sus actos. Las especies germinan y se marchitan con rapidez. La ley natural se encarga de discriminar entre las que deben desaparecer y las que deben perpetuarse. Una simple y rudimentaria forma de vida en un estado evolutivo primigenio, no tiene a su alcance el poder de contradecir las leyes físicas y constantes que gobiernan el Multiverso. 

¿Qué hacemos, pues, con ellos?¿Nos limitamos a observar su triste decadencia?¿O les ayudamos a entender la materia de la que están hechos?

Se les ha otorgado el privilegio de la vida y han resultado ser los elegidos para alcanzar un estadio superior. Pero su desarrollo cognitivo no persigue la lógica que guarda todo proceso evolutivo. Si bien la naturaleza los ha creado, ella no ha podido ser la responsable de la nefasta evolución de su raciocinio.

¿Una intromisión ilícita?

No hay que descartarlo. Explicaría sus motivos.

Siendo así, deberíamos intervenir.

Una intervención no exenta de riesgos

¿Qué riesgos pueden atenazarnos? 

El riesgo de quedar expuestos, atrapados en un universo extraño, salvaje y primigenio

Lo haremos mediante una infiltración indirecta. Intervención cromosómica. Que nosotros seamos ellos y ellos sean nosotros. 

Nos verán como a iguales. No nos tendrán respeto. No creerán en nuestro discurso. Nosotros solo podemos luchar contra la ignorancia, no doblegar la voluntad. 

Esta especie es arrogante, temeraria, vanidosa y obsesiva. Si sobreviven a su propia evolución, superpoblarán su planeta. Buscarán nuevos territorios, nuevos mundos. Explorarán la física, se adentrarán en los conocimientos de la materia oscura, descubrirán los puentes intrauniversos. Una manipulación inadecuada puede dar con el colapso de una parte del cosmos. Son peligrosos. Su intelecto no tendrá límites, pero su naturaleza ególatra les transforma en corruptas criaturas, irrespetuosas y ajenas al equilibrio esencial. Ya hemos vivido antes las consecuencias de la interacción de especies que, como ésta, son inconscientes de la trascendencia de sus actos mas allá de su plano existencial. 

Si otra inteligencia evolucionada ha llegado antes que nosotros y está corrompiendo su voluntad, nuestra intervención está más que justificada. 

En ese caso, deben quedar aislados dentro de su propio universo. Aprobaremos la ejecución de una infiltración indirecta unidireccional. Una vez iniciada la génesis cromosómica, fruto de la fusión celular, la especie híbrida resultante quedará allí, a su suerte. 

¿Y en caso de que no tuvieran éxito?

Provocaremos un colapso gravitacional, convertiremos su sistema en un nuevo agujero negro. 

Como ya hicimos antes...

Como ha de ser siempre. El sacrificio justifica la supervicencia del equilibrio esencial. Nadie puede estar por encima de la Ley Natural. Nuestra evolución comporta la responsabilidad de proteger la armonía en cada una de las diferentes dimensiones del Cosmos. Emprende tu misión, sin dejar de recordar quiénes somos.

Lo sé. Lo sé perfectamente. Soy un descendiente de la materia primigenia, la perfecta evolución desde el ente físico hacia el estado espiritual. Soy la fusión del alma con el Cosmos, guardián del equilibrio esencial y protector de los puentes entre las dimensiones paralelas...

... Soy un Morador del Multiverso.



sábado, 2 de agosto de 2014

El Calendario de la Extinción.

...Y he aquí el motivo por el que ha pasado un mes desde la publicación de mi última entrada en el blog. 

   Muchos pensarán que lo más difícil para un escritor es ejecutar el laborioso y placentero acto de escribir sus obras. Eso también lo pensaba yo. Nada más lejos de la realidad. 

   Escribir la obra es la parte dulce del proceso. Exprimir tu imaginación desconectando de todo y de todos, sumergiéndote en los abismales rincones de tu mente para inventar las historias que inmortalizarás; las tramas que la construirán; los personajes que las protagonizarán... 

   Empezar a documentarse del universo que envuelve a las historias que vas a escribir: libros, revistas, la socorrida Wikipedia, documentales del canal Historia, blogs, artículos, hemerotecas de periódicos... y agarrar tu libreta y empezar a tomar apuntes; anotar ideas, nombres, lugares, fechas, conceptos, canciones, películas... todo aquello que pueda ser una fuente, que pueda generar o que pueda hacerte recordar una idea... 

   Y después, sentarte delante del ordenador. Abrir un nuevo documento de Word, en blanco, y empezar a escribir. .. Escribes, guardas, borras... salto de página... ya tienes un capítulo. Y así resulta que has activado un proceso de no retorno en el que pasarás las mejores horas que puedes tener contigo mismo: explotando tu mente, tus ideas, tus capacidades, tu creatividad... 

   Esto es sin duda, lo más bello del oficio de escribir.

  ¿Dónde está, pues, la trampa? Acabar la novela ya no es tan placentero. Esas maravillosas horas que has pasado en complicidad contigo mismo llegan a su fin culminando tu gran obra, de la que por siempre te sentirás orgulloso. Pero esa obra de pronto ya no es una novela. Ya no es el fruto de las horas, de las noches interminables bronceándote a la luz de los pixeles de la pantalla hasta que la tenue luz del alba se cuela por la rendija de la ventana... de las semanas,  de los meses e incluso de los años de implicación, estudio, trabajo y dedicación. 

   Tu amada novela se acaba de convertir en un objeto de naturaleza mercantil. 

   Agentes y editoriales la verán de entrada como una ladrona de tiempo, luego como una arriesgada inversión y después, si todo sale bien, como una fuente de ingresos. Y para compartir ese manantial de dinero, se buscarán a otros dos amigos: a un librero y a un distribuidor, y los tres se quedarán con un 90% de las ventas de tu obra. Fantástico... 

   Tú, autor, pones el talento, la creatividad, la fantasía, y en definitiva, la cultura. Y la ilusión por ver emerger tu novela y que la lean los demás se va poco a poco marchitando, al contemplar como el corporativismo se llena los bolsillos con los frutos de tu propio trabajo. 

   Haciendo esta reflexión, uno debe preguntarse: ¿vale la pena escribir?

   Escribir, sin duda. 

   ¿Publicar? 

  Claro que sí. 

  ¿Cómo si no podrá llegar tu obra a conmover el alma de algún lector proporcionándole horas de ilusión y evasión?  Hacer llegar tu obra al mundo es la sencilla y patente consecuencia del proceso de escribirla. Y hoy que para publicar ya no son imprescindibles ni agentes, ni editores, ni distribuidores. No hay motivos para creer que tus obras tengan que quedar relegadas a los oscuros cajones del anonimato. 

   ¿Qué mejor forma que regalar para promocionar? 

   Durante estos últimos meses he estado dando forma al final de mi nueva obra y acabo de registrarla. Se trata de una novela corta, titulada "El Calendario de la Extinción". Es un spin-off de una de las tramas de mi novela: "La Hermandad del Venetto". Ahora le toca ser sometida a un riguroso proceso de revisión y corrección, y después, estará disponible para plataformas digitales en Amazon. 

   Prefiero que, en primera instancia, sean los lectores los que decidan si mis obras merecen ser leídas. Prefiero que el peso de esta decisión recaiga en el valor cultural y no en el potencial económico. 

   Lo mejor de una obra son los lectores, quienes han realizado una irrecuperable inversión en ella: su tiempo. Sin lectores, una obra no es mas que una estéril acumulación de letras, un alma penosa que vaga sin sentido por los tenebrosos páramos de la No Existencia. 

   Y ahora os dejo. Tengo una obra que pulir y embellecer. En breve, mas posts sobre ella.

   Gracias por leerme. Y no olvidéis dejar huella, si humildemente yo os la he dejado. Vuestro reconocimiento es el alimento del alma de la creatividad.   

domingo, 6 de julio de 2014

Los Susurradores de Conciencias

Científicos afirmaban recientemente que la generación espontánea en la naturaleza de un complejo sistema cromosómico como el nuestro es un enigmático misterio. Bajo su punto de vista, seria una improbable e inverosímil casualidad, comparable a un suceso tan extraordinario como dejar preparadas las pinturas junto a un lienzo en blanco, que estas cayeran accidentalmente sobre él, y de la caótica y embrollada dispersión de colores y manchas resultara "La Última Cena" de Leonardo da Vinci.

Creer o no creer. Vivimos envueltos en una aureola de misterio. Aunque tal vez ese misterio sólo sea un conocimiento negado a nuestra pueril inteligencia. Sólo en contadas ocasiones nuestra pobre capacidad intelectual se revela ante la realidad percibida cuestionándonos cuanto nos envuelve, con la impotencia y frustración de ser incapaces de hacer caer el velo que limita nuestro breve campo de visión. 

Con el transcurso de los milenios, la humanidad ha ido avanzando por el destartalado camino de la evolución hasta lo que es hoy, un desbocado rebaño, arrogante pero a la vez sumiso. Somos arrogantes en cuanto nos creemos la forma de vida superior, por encima del resto de las especies e incluso, habiendo llegado a extremos tan absurdos como creer que entre nosotros hay castas inferiores y superiores. Y a la vez sumisos, por que dictamos obediencia a normas y leyes creadas por nosotros mismos, antes incluso de llegar a conocer y a entender las propias leyes de la Naturaleza y del Universo. A pesar de existir en un mundo sabiamente creado por la matemática interacción de la materia cósmica, hemos optado por ignorarlo y crear nuestro propio sistema. 

Nuestro sistema se sustenta en una absurdo y descabellado concepto: la posesión. El punto de inflexión en la evolución de la humanidad fue sin duda el momento en el que el hombre primitivo se volvía sedentario. El descubrimiento de la agricultura propició el fin de los clanes nómadas y supuso el patrocinio de las organizaciones en comunidad, formando aldeas y pueblos que luego evolucionaron hasta las ciudades. Las nuevas formas de convivencia obligan a desarrollar nuevas normas. Surge la especialización, y con el intercambio, llega el mercantilismo. Ha florecido un método que cambia las tendencias, relegando al pasado la necesidad de una conciencia colectiva para garantizar la supervivencia, a un individualismo competitivo. Nos hemos creído la absurda mentira de que podemos poseer aquello que no es nuestro. Y lo hemos creído tan ciegamente que luchamos entre nosotros para reclamar nuestro legítimo derecho.

¿Pero, cómo puede poseerse algo que existe desde hace miles de millones de años antes que nosotros, y que lo continuará haciendo por otros miles de millones más cuando nos hallamos extinguido? Pues no nos hemos limitado a creer que eso es posible, sino que además, hemos caído víctimas de un pernicioso inconformismo que ha ido más allá de lo material. Nos hemos convertido en hambrientos acumuladores de riqueza sin distinguir lo físico de lo inmaterial, hasta el punto de privatizar el interés general, aunque esto conlleve un grave atentando contra la perpetuación de nuestra civilización.  

Y así, es como hemos otorgado poder a unos pocos sobre el resto. Pero, ¿a quién? ¿a los más sabios? ¿a los más expertos?¿a los más altruistas? ¿quién está al mando hoy día de la civilización? ¿un ente sobrenatural, creador del universo, que nos gobierna desde las alturas? ¿o tal vez sea un lobby que conspira desde las sombras dictándonos entre susurros las normas a las que hemos de someternos para servir a sus intereses? ¿es el capital? 

¿Quién es ese monstruo de múltiples cabezas e infinitos tentáculos con cuya ilimitada capacidad de sugestión secuestra nuestra voluntad e hipnotiza nuestras conciencias? ¿quién es esa bestia que nos susurra envenenados versos de anestésico efecto para adormecernos en el regazo del conformismo?

Fervientes seguidores de la fe incuestionable, conspiranoicos, agnósticos, ateos conformistas, revolucionarios anti-sistema... ¡bienvenidos todos! Bienvenidos a la embarazosamente complicada tarea de desentrañar los misterios ocultos que moran en las profundas entrañas de nuestra sociedad. 

Os dejo con una cita, la de un destacado personaje de mi novela, "La Hermandad del Venetto":

"El mundo en el que vivimos es un puro escaparate. La gente vive atrapada y feliz en su ignorancia. Somos meros títeres cuyos hilos están movidos por manos diabólicamente caprichosas".

¿Un loco o un sabio ignorado? Tiempos oscuros para vislumbrar la verdad...


martes, 24 de junio de 2014

Sueña siempre conmigo...


El crepúsculo dorado perfilaba las parsimoniosas aguas del mar Mediterráneo con un brillante color áureo, centelleando como miles de luciérnagas que, posadas en la superficie, se dejaban mecer dulcemente por una ligera y cálida brisa que ascendía desde el sur. La luz anaranjada del Sol se iba marchitando mientras la gran esfera estelar besaba la línea del horizonte, para lenta y pausadamente cubrirse con el manto de las aguas marinas sobre las que penosamente, se deslizaba el lento y amazacotado velero. La luna llena, ya asentada en su trono del cielo, contemplaba la solitaria figura de la joven que se erguía sobre la cubierta. Ignoraba la bella imagen del ocaso que se exhibía a su derecha. Apoyada sobre la barandilla de estribor, oteaba absorta la línea que dividía el cielo y el mar, allá donde deberían hallarse las costas de Alejandría.

Vestida con ricas y engalanadas telas de tonos turquesa y lapislázuli, las lágrimas manaban de sus definidos ojos azulados, perlando su bello y blanquecino rostro semioculto por un velo cuya trasparencia permitía distinguir el contorno de sus carnosos labios. Pero su cara de tristeza no lograba encubrir su sobrenatural belleza. Anaelle estaba en la flor de una adolescencia dulce y a la vez trágica. Siempre supo que su destino le reservaba un camino difícil no exento de dolor y sufrimiento. Pero no fue consciente de la profundidad de esa aflicción hasta que arrancaron a Roger de su lado. Desde entonces, un leve pero agudo dolor en su pecho se manifestaba en cada latido de su corazón. 


Desde que partiste, 
navego en un océano de lágrimas.
Desde que desapareciste,
una grieta se ha abierto en mi alma. 


Fue como si le clavaran una daga entre sus menudos pechos. Un dolor que le hizo doblegarse al mismo tiempo que le sobrevenían extrañas visiones de muerte, dolor y sufrimiento. Al alzar la mirada, el horizonte se había pintado con el color rojo oscuro de la sangre derramada.

En su garganta se iba formando un nudo de angustia, mientras que sentía como en su alma empezaba a crecer un doloroso vacío. Un extraño y fétido aroma de misteriosa procedencia le causó un mareo que le obligó a aferrarse con fuerza a la barandilla para no caer desplomada. Cerró los ojos tratando de recuperar su equilibrio pero sintió como si su cuerpo se precipitara a un oscuro pozo de soledad. 

Entonces en su mente, se manifestó la imagen de su amado Roger. Sonriente, le tendía la mano para tomar la suya y besarla dulcemente. En su infinita mirada azulada se expresaba la amarga imagen de la despedida. Su voz resonó con eco reverberado en su interior. Su espíritu luminoso se fue poco a poco difuminando para fusionarse con un estrellado y luminoso cielo.



Anaelle volvió en sí. Se encontró sola, en profundo y completo silencio. Observaba como la brisa mecía suavemente sus vaporosas telas. Rompió a llorar ruidosa y amargamente cayendo de rodillas sobre la madera húmeda de la cubierta. Al cabo de unos instantes, levantó la mirada. La noche había teñido el cielo con un luminoso manto de estrellas entre las cuales, una relucía especialmente sobre las demás con un extraño tono azulado. Poco a poco se incorporó sin dejar de mirarla. La luz que irradiaba la hechizó misteriosamente sintiendo como de forma sobrenatural llegaba hasta los mas oscuros rincones de su alma. Entonces volvió a sentir su presencia. Emocionada, se llevó ambas manos al pecho. Le olía. Le sentía...

Ahora serás la estrella azul
que en las noche guiará mi alma. 

Tu luz iluminará mi esperanza 
y apaciguará la pena que mi espíritu siente.

Y en mis sueños, 
estaremos juntos...
para siempre.

La Hermandad del Venetto - Un pasaje robado de la imaginación de un personaje...