jueves, 18 de septiembre de 2014

Un Cuerpo de Tinta y Celulosa


Y por fin mi imaginación se transfirió desde mi hipotálamo hasta el universo material: la somatización de un ente espiritual materializado en un cuerpo de celulosa y tinta.

Que sensaciones más extrañas. Una inédita emoción al ver a la criatura que llevo tiempo imaginando convertida en un objeto tangible, un ser inorgánico, inerte, a pesar de lo cual tiene alma propia. 

Quien dentro de poco tenga a bien estirar su mano para hacerse con un ejemplar y zambullirse en su lectura no solo estará alimentando las llamas del fuego de mi felicidad, mi autoestima y mi pasión por las letras. Estará además adquiriendo un pasaje al cavernoso e inhóspito mundo de mi mente  con unas únicas y especiales gafas multidimensionales con las q apreciará el paisaje bajo un punto de vista muy particular. ¿Gustará? ¿Horrorizará?¿emocionará? O lo peor de todo, ¿causará indiferencia?


Aún estoy a tiempo de dejarme llevar por el pánico escénico y poner fin a esta locura... Tirar tres años de proyectos, estudios, documentación y trasnochadoras sesiones de escritura para evitar convertirme en el bufón de las redes...


 Pero llegados a este punto del camino, con todo lo andado, con toda esa experiencia q llevo a cuestas y la ilusión que ha ido forjándose a cada paso, sería depravado dar media vuelta...


Llegados a este punto, vale más continuar, y evitar que la frase "¿qué habría pasado si..." se quede retumbando en mi conciencia desde hoy hasta el fin de mis días.
Voy a leer un poco... 




1 comentario:

  1. No sólo lo verás nacer, eso ya es un hecho querido amigo, si no que estamos seguros tus futuros lectores que será inédito, apasionante... q todo trabajo bien hecho tiene o debe tener su recompensa. Impaciente por tenerlo en las manos...

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